viernes, 20 de marzo de 2009

EL EQUILIBRIO ENTRE LO IMPLÍCITO Y LO EXPLÍCITO EN LA BIBLIA

Autor: Verónica Vivanco Cervero
España. Universidad Complutense de Madrid. Círculo de Lingüística
Aplicada a la Comunicación 20, 2004. ISSN 1576-4737
Por: Nerliny Carucí
Periodista, ULA
Cursante de la Maestría en Ciencias de la Educación
Mención Lectura y Escritura UNEG

Encontrar misterios o realidades en los mensajes que no están escritos ni dichos, pero que se pueden inferir a partir de lo dicho es una de las grandes inquietudes de todos los tiempos. El ser humano existe es en el lenguaje. De ahí, su necesidad imperante de explicar la comunicación con miras a poder controlar los procesos de producción e interpretación. Saber, por ejemplo qué quiere decir alguien cuando te confiesa: “Te amaría así sólo tuviésemos lo justo para vivir”, o cuando te dicen: “Espero que vengas”, son algunos de los casos que la lingüística de las formas, ni la funcional, podían resolver, pero que ahora con la pragmática sí se puede descubrir la intención y los significados adicionales de lo que nos dicen.
A partir de los años sesenta, el análisis pragmático del lenguaje involucra además de los factores explícitos, los elementos extralingüísticos que permiten obtener significados adicionales para establecer un equilibrio entre lo que se dice y lo que se quiere decir. Así nos encontramos con algunas investigaciones en el campo de la Pragmática con las cuales se busca clarificar algunos procesos para la interpretación adecuada de las interacciones comunicativas. En este contexto, Verónica Vivanco Cervero, doctora en Filología y profesora titular de universidad en el Departamento de Lingüística Aplicada de la Universidad Politécnica de Madrid, nos presenta un ensayo en línea que se denomina “El equilibrio entre lo implícito y lo explícito en la Biblia”, representando un valioso aporte a las investigaciones sobre las correlaciones entre implicaturas y explicaturas.
Como parte de su actividad investigador, cabe mencionar que Vivanco Cervero ha ofrecido presentaciones en congresos de lingüística, lenguas y traducción, además de publicar artículos y ensayos en revistas especializadas, enfocados por lo general al estudio sobre el léxico, la semántica y la traducción. Para la autora, la pragmática se forma a partir de la semántica, pues el significado de los signos condiciona las continuaciones discursivas. Se trata de un análisis exploratorio del delgado límite entre lo implícito y lo explícito de las parábolas bíblicas, que ilumina algunas máscaras de los pasajes religiosos que suelen pasar desapercibidas por algunos lectores. Efectivamente, el análisis se pierde, entre la literalidad del lenguaje y el lenguaje desviado o las implicaturas. Y nos ayuda a comprender cómo se pueden encontrar otras realidades en las verdades bíblicas.
Este artículo consta de cinco partes:

1. La semántica como generadora de la pragmática
Presenta una explicación concreta de cómo la pragmática vino a cubrir los vacíos que dejaba la semántica a la interpretación de lo que se dice. El autor aclara la diferencia entre la semántica y la pragmática, fundamentalmente en el marco de la propuesta que sostiene que la pragmática parte de la semántica. La semántica se conceptúa como el significado de los signos y la pragmática como la disciplina que estudia la relación del ser humano con los signos lingüísticos en un contexto determinado. Para justificar esta teoría, Vivanco pone como referente la tesis de María Escandell Vidal sobre la incidencia de los factores extralingüísticos (emisor, destinatario, intención comunicativa, contexto verbal y situacional, conocimiento del mundo) en la comprensión del modo cómo circula la información entre los hablantes.
Asimismo, la autora presenta una justificación de por qué escogió la Biblia para dilucidar el equilibrio entre el componente semántico y el pragmático, desde una perspectiva de lo que se dice y lo que se infiere. Señala que seleccionó este texto religioso dados su gran relevancia e interés y por su fuente inagotable de metáforas y parábolas, que por lo general terminan con un remate explícito que clarifica y resume el significado de cada una de ellas.

2. De implicaturas y normas
En esta parte, Vivanco se pasea por la definición de las implicaturas -entendidas como significados añadidos-, en relación con las máximas griceanas de cualidad, cantidad, relación y modalidad, que se establecen bajo un principio de cooperación para que la conversación pueda seguir un hilo conductual.
Por otro lado, analiza la superación que la Teoría de la Relevancia, de Sperber y Wilson (1986), hace las máximas de Grice por medio del intento cognitivo de abordar la pragmática, sobre la base de las inferencias, sin tener que emplear las máximas. Debemos decir que subrayando esta dimensión relevantista, la profesora ofrece elementos para el abordaje de las parábolas y metáforas bíblicas que presenta más adelante. Recordemos que el lenguaje desviado viola las normas de la lingüística convencional y su intención sólo puede ser inferida si se entiende que se trata de un uso libre del sistema para expresar proposiciones diferentes a las que se expresan, más las respectivas implicaturas.

3. Implicaturas, inferencias y léxico
Enfatiza una clara diferencia entre implicatura e inferencia. Se deja claro que la implicatura pertenece al emisor, es decir, pertenece al proceso de producción; en cambio la inferencia implica la interacción entre el hablante y el receptor en un contexto verbal y espacial particulares, o sea, entra en la etapa de recepción del mensaje. No obstante, recalca que ambas constituyen dos fases del modo de hablar indirecto. Y agrega que ambas tienen como punto de partida la evidencia lingüística (el contenido morfosintáctico).
Ya en esta fase comienza a introducir algunas interpretaciones de pasajes bíblicos para demostrar que las implicaturas y las inferencias permiten hallar una solución a algunos pasajes bíblicos que no ofrecen muchas pistas para su interpretación.

4. La explicatura como remate de la implicatura
Aquí la autora revisa la incidencia que tiene la explicatura en la construcción de la implicatura. Muestra de manera sintética los pasos que se deben seguir para decodificar la explicatura (resolución de ambigüedades semánticas y sintácticas, utilizando la situación y el entorno; la asignación de referentes; y el enriquecimiento). También estudia cómo el lenguaje desviado puede ser analizado desde el punto de vista pragmático, basado en una operación mental. De esta manera, define figuras como las metáforas y las parábolas, insistiendo en la necesidad de explicitar y develar lo que se quiere decir. Acto seguido presenta una serie de análisis de parábolas y metáforas bíblicas, como las del trigo y la cizaña, y las respuestas que Jesús le dio al Diablo cuando éste le tentó en el desierto. Haciendo alusión a este último caso Vivanco señala con respecto al ayuno y las tentaciones que:

"Jesús responde las dos primera veces por medio de implicaturas: No sólo de pan vive el hombre, en respuesta a la necesidad de alimento y Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él sólo servirás, como medio indirecto para rechazar la tentación de poder y gloria. Finalmente, No tentarás al Señor, tu Dios, sintetiza de modo abierto la negación a las peticiones anteriores y a cualquier futura tentación".

Como este análisis, la investigadora hace otros análisis de las ideas capitales de algunas parábolas y metáforas bíblicas que la conducen a establecer la relación entre las implicaturas y las explicaturas subyacentes en cada una de los mensajes.

5. Conclusiones
Finalmente, Vivancos resalta que lo implicado se relaciona con el emisor y lo inferido con el nivel cognitivo del receptor de la comunicación, pero que ambas parten de la correspondencia con lo explícito. No obstante, es de destacar la preocupación de la autora por vincular la explicatura directamente con el nivel semántico, por cuanto carece de desvíos del lenguaje y por mostrarse atemporal en sus formulaciones y máximas.

Desde nuestra perspectiva
La diferencia que en lo particular mantenemos con la autora es que las explicaturas puedan desvincularse del plano pragmática (consideración planteada al final del artículo). De hecho, creemos que para poder tener una interpretación completa de cualquier acto comunicativo se debe partir del contenido morfosintáctico, es decir, desde una misma base del conocimiento o de un contenido único proposicional para que se puedan construir las implicaturas e inferencias correctas.
No por lo anterior dejamos de aceptar a la pragmática como una disciplina que toma en consideración los factores extralingüísticos, en lo que hacemos hincapié es en que para poder obtener significados adicionales siempre se debe partir de la materia lingüística, de las proposiciones para luego poder interpretar la intención del acto comunicativo. Incluso estamos convencidos de que Vivanco lo evidenció a lo largo de su ensayo con los análisis que hizo sobre las parábolas y metáforas bíblicas.
Para finalizar, otro de los aspectos que nos gustaría enfatizar es el lenguaje tan sencillo que utiliza la profesora para explicar la teoría relevantista que permite que cualquier estudiante con unos conocimientos mínimos sobre pragmática pueda entender de qué se trata esta concepción. El abordaje de las figuras literarias de la Biblia rompe con los esquemas semánticos y hasta va más allá de las máximas conversacionales y de cooperación, con una interpretación inferencial que devela realidades que la tradición cristiana a veces ha intentado ocultar. En sí, este trabajo evidencia dentro de un estudio pragmático la relación entre lo implícito y lo explícito para entender expresiones complejas del lenguaje.

REFERENCIAS

Vivanco, V. (2004). El equilibrio entre lo implícito y lo explícito en la Biblia. [Ensayo en línea]. Disponible: http://redescolar.ilce.edu.me/redescolar/act_permanentes/lengua_comunicación/palabraescritor/iprincipal/esbren.htm [Consulta: 2007, marzo 16]


Marzo, 2007

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