martes, 3 de junio de 2008

Cuestionario de análisis pragmáticos

Autores:
Nerliny Carucí
Yolimar Becerra
Este cuestionario contiene preguntas y ejercicios. A la hora de resolverlo, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
* Trate de hacer sus respuestas todo lo explícitas y detalladas que le sea posible. Justifique suficientemente cada una de sus afirmaciones y fundaméntelas.
* Cite la bibliografía que haya utilizado.
1. ¿Qué vacíos llenó al estudio del lenguaje la pragmática? Argumente su respuesta.
La pragmática surge como una disciplina que viene a llenar los huecos que dejaba el estudio de la semántica. Esta última estudia los signos en relación con los objetos con los cuales se aplica; en cambio la pragmática puede llegar a develar realidades que no están escritas ni dichas, pero que se pueden inferir a partir de la estructura semántica. La pragmática logra un equilibrio entre la forma lingüística y la comprensión del enunciado, o sea, lo que se quiere decir, o mejor aún, lo que se quiere hacer con ese enunciado, en tanto que se entienda que el lenguaje está destinado a provocar cambios en el otro. La mencionada ciencia estudia los signos lingüísticos sobre la base de la relación de sus intérpretes, pudiendo así ofrecer una mejor comprensión de la información que circula entre los hablantes.
De esta manera, María Escandell Vidal (1993) define la pragmática como el estudio de los principios que regulan la comunicación en situaciones determinadas:
“Es una disciplina que toma en consideración factores extralingüísticos que determinan el uso del lenguaje, precisamente todos aquellos factores a los que no puede hacer referencia un estudio puramente gramatical: nociones como las de emisor, destinatario, intención comunicativa, contexto verbal, situación o conocimiento del mundo van a resultar de importancia capital”. (p. 16)

Anteriormente, el estudio de la lengua se circunscribía sólo al estudio de las formas, es decir, de los signos lingüísticos y su disposición. El objeto de estudio era la lengua (teoría del sistema abstracto) y no el habla (fenómenos concretos). Aunque hay que destacar que posteriormente hubo voces que proponían el estudio no sólo de las competencias y las formas, sino también de las actuaciones y las funciones. Emilio Benveniste advertía que hay ciertos fenómenos de la lengua que no se podían explicar sino en el habla, en la lengua puesta en práctica, por lo cual no se podía hablar de una separación entre el sistema y su funcionamiento. Así se ponían como ejemplos los deícticos, que son elementos que hacen referencia a un momento, un lugar y una persona específicos. Si encontramos un papel en la mesa de nuestra oficina con la siguiente frase: “Regreso en diez minutos”, si no poseemos los datos de quién la escribió y cuándo la escribió, no vamos a poder comprenderla. De ahí que el significado depende en gran medida de la puesta en marcha de la competencia, ya que depende del contexto y de los conocimientos previos que se tengan sobre lo que se dice.
Sin embargo, a pesar de los avances en la lingüística de las funciones, aún seguía existiendo un divorcio entre las formas y las funciones. No fue sino hasta la década de los años 60, cuando comenzó una renovación en el campo de los estudios del lenguaje. Algunos investigadores se percataron de ciertos problemas lingüísticos que muy difícilmente podrían ser resueltos dentro del ámbito de la gramática. El filósofo John Austin descubre que el lenguaje sirve para llevar a cabo acciones que permiten modificar el entorno. Austin afirma que con un enunciado -el efecto de una oración más los significados añadidos (implicaturas) que se pueden extraer de la situación donde se enuncia esta oración- se puede no sólo transmitir una idea, sino también hacer una acción: mandar, rogar, acusar, afirmar. Su célebre frase expresa mejor esta idea de acción: “Decir es hacer algo”. Lo que se dice sirve para descubrir la intención del emisor y el significado de cada expresión para suscitar una conducta en el destinatario.
En el análisis pragmático hay dos tipos de significados. Uno, es el que se dice que equivale al contenido proposicional o ideacional del enunciado; el otro tiene que ver con lo que se comunica, con la fuerza ilocucionaria de lo que se transmite. Las palabras no son suficientes para la comunicación. Los seres humanos podemos jugar con las palabras y por eso es necesario el recurso extralingüístico. Claro siempre se parte de la materia prima que es la palabra, pero ésta se encuentra determinada por el contexto y la función o lo que John Searle llamó la “fuerza ilocucionaria”. Según este investigador, se requieren condiciones para que los actos sean apropiados, por ejemplo, si se hace una pregunta es porque se sabe que el otro tiene la información que se le está solicitando. Y es así cómo algunos autores plantean dos principios esenciales de la pragmática: 1) La función determina la forma y 2) el contexto determina el texto.
Resumiendo, se podría afirmar que quizá la incidencia más importante de la pragmática en el estudio del lenguaje es que interpreta los actos de habla de los seres humanos manteniendo un equilibrio entre lo explícito (la oración) y lo implícito (el enunciado). En otras palabras, además de tomar en consideración los significados de las palabras para analizar lo que se dice, se establece una relación de los signos y sus significados, con sus interlocutores y el contexto donde se hallan inmersos, lo cual apoya la tesis que sostiene que el lenguaje tiene una función esencialmente comunicativa, teniendo en cuenta que hablamos para el otro haga.

2. A continuación va a leer el cuento “Una luz en el abismo”, de José Daniel Figuera. Analiza los actos de habla que se producen en este texto, señalando qué acciones se llevan a cabo y qué fuerzas ilocutivas realiza cada acto de habla.
(Ver análisis en cuadro Anexo 1)
En el conteo de los actos ilocutivos, se registró la prevalencia de dos macroactos: los directivos y los expresivos. Esto conduce, de acuerdo con la clasificación de Searle (1979), a centrar la atención en dos condiciones determinantes de la intención social: 1) En casi toda la escena hay mandatos y exigencias de atención, ya sean de forma directa o indirecta. Tratándose de un funeral los actos directivos denotan la curiosidad de los presentes, el reclamo de los familiares, la búsqueda de culpables y la necesidad de encontrar una explicación a tan desafortunada situación. 2) Se evidencia exageradamente los estados psicológicos de los hablantes. Los hablantes sienten la situación. Éstos dejan salir a flote sus emociones, sentimientos y los deseos que tienen guardados en el subconsciente.
Tal interpretación se ve reforzada por el hecho de que muy de cerca, con tan sólo unas frecuencias menos, aparecen los actos representativos o asertivos, lo cual demuestra que se trata de una escena real, verdadera, convirtiéndola en una historia creíble. Las fuerzas ilocutivas presentes en los enunciados emitidos por los participantes demuestran la tesis de Austin sobre el lenguaje como acción. Por ejemplo decir “Estoy vivo”, no es una afirmación que el protagonista hace porque sí, sino porque pretendía que los presentes se dieran cuenta que él estaba vivo y procedieran a sacarlo del féretro. Con cada uno de los enunciados los interlocutores deseaban transformar la realidad, aunque para algunos este intento haya sido fallido.

3. Dando por supuesto que cada uno de los siguientes enunciados constituye un acto de disculpa desafortunado, ¿qué condición de felicidad (preparatoria, de sinceridad, etc.) es violada en cada uno?
a. Me disculpo por lo que estoy a punto de hacer.
Viola la condición esencial, por cuanto no están dados los elementos para que él pida disculpas. Uno pide disculpas cuando ya cometió el error o ejecutó una mala acción, lo que significa que si está consciente de que va a hacer daño con la acción que va a realizar, quiere decir que no le importan las consecuencias de sus actos y, por ende, no se puede creer mucho en su sinceridad. De ahí que puedan no existir muchas posibilidades de ser perdonado. No se trata de que el enunciado sea falso o cierto, sino que cumpla su propósito y para ello hay un procedimiento convencional. Aquí el emisor no se está comportando efectivamente de acuerdo con el procedimiento de pedir disculpas.

b. Me disculpo por no haberte atropellado con mi carro.
En este caso se viola la condición de sinceridad, porque el hablante no tiene la intención de que lo perdonen. Lo que está haciendo es una amenaza de que la próxima vez no va a ser igual: la próxima vez sí tiene la intención de atropellar al interlocutor. Recordemos que las palabras no bastan por sí solas para que un enunciado sea afortunado. Las personas deben albergar ciertas disposiciones de ánimo para que el enunciado sea realizable.

c. Me disculpo porque José te ha tirado sopa en la falda.
Con este enunciado se viola la condición preparatoria, porque recordemos que para que alguien pida disculpas, ese alguien debe ser la persona que cometió el error. En otras palabras, para que el emisor pida disculpas es necesario que él haya sido quien arrojó la sopa, pero como vemos no fue él, sino José. Esto significa que no están dadas las condiciones para que el acto elocutivo tenga sentido. En casos cotidianos no se puede asumir la responsabilidad de otros para pedir perdón, no es lógico (se hace tal aclaratoria, pues sí es un jefe de Estado quien pide perdón en nombre de su nación, es aceptable). Es importante consignar que, las personas y las circunstancias necesariamente deben ser las apropiadas.

4. La frase subrayada indica que el hablante está tratando de evitar la violación de una máxima conversacional (cantidad, cualidad, relación o modo). Nombre esa máxima.

CAMARERO: ¿Qué quieren tomar?
CLIENTE: Un té frío. Ah, de paso. ¿Dónde está el baño?

El uso de la frase “de paso” implica que el cliente quiere respetar la máxima de relación o de relevancia, planteada por Grice, que sostiene que las contribuciones deben ser pertinentes al tópico de la conversación. Si observamos la pregunta del camarero, la respuesta sobre la base de la cooperación debería ser solamente: “Un té frío”; pero cuando el cliente agrega la frase de paso, debemos asumir que aprovecha su turno de habla para, no únicamente dar información respecto a lo que se le preguntó, sino también para solicitar una nueva. Por lo tanto, emplear la frase de paso, para preguntar por la ubicación del baño, permite no sólo ofrecer la información pertinente del té frío, sino que también incorpora un nuevo elemento con la intención de obtener una información que le interesa inmediatamente. En otras palabras, el cliente emplea esa frase para subrayar que lo que va a agregar también es pertinente; de no haberla empleado se podría haber roto el hilo de la conversación.

5. En el siguiente intercambio, Carlos está burlando una máxima de Grice. Determine ¿cuál? Indique también la implicatura que se desprende de su respuesta.
CARMEN: ¿Me das un beso?
CARLOS: ¿Cuándo viene tu mamá?

Aparentemente, Carlos está burlando la máxima griceana de cantidad, porque no está haciendo una contribución informativa como se lo exige el intercambio, ni tampoco está respetando la máxima de pertinencia. Mas si observamos la conversación desde un punto de vista pragmático, nos damos cuenta de que Carlos no está preguntando algo ilógico, como se consideraría si se analiza de manera literal. Cuando Carlos pregunta por la mamá de Carmen lo que busca es evitar una situación embarazosa. Se podría decir, por implicatura, que lo que Carlos quiere es saber el tiempo que tiene para darle el beso a Carmen sin ser sorprendido por la suegra.

6. Un empleado llega a tarde a su lugar de trabajo y le dice a su jefe: “Vivo demasiado lejos. No tengo carro”.
Identifique: a) La fuerza ilocutiva y b) si el acto ilocutivo se ha ejecutado directa o indirectamente.

Voz 1: La intención del empleado es que su jefe le dé un crédito para comprarse un carro y le garantiza indirectamente que así llegará temprano al trabajo. Le hace creer al jefe que si él (empleado) tuviera un automóvil, quien saldría más beneficiado sería el dueño de la empresa (el destinatario), o en su defecto la empresa, pues él como empleado llegaría más temprano. Como dirían Brown y Levinson, está utilizando una estrategia encubierta que no perjudique la imagen pública de ninguno de los dos. La estrategia encubierta permite que el empleado haga sentir en el jefe la necesidad de darle un carro para que su empleado pueda llegar temprano al trabajo. El empleado no dice lo que él quiere directamente, sino que lo deja entrever y compromete al jefe con ese deseo.

Voz 2: Es un acto directivo indirecto, porque la intención es que no lo vayan a despedir. El emisor se justifica para que no lo vayan a echar de su trabajo -claro lo hace de manera encubierta, de tal forma que deja en manos del jefe la decisión de si lo echa o no, aun después de saber que él no tiene carro y vive lejos.

Ambas voces llevan a apreciar una función competitiva, pues el propósito del acto del emisor compite con el propósito social.

7. La Teoría de la Relevancia pretende superar las máximas de Grice en la interpretación de los enunciados. Exponga en detalle esa superación. Apoye su argumentación con ejemplos.
La Teoría de la Relevancia supone un enfoque psicológico para abordar la pragmática, a partir de las inferencias, sin tener que emplear las máximas de cooperación y conversacionales de Grice, sino contextualizando los enunciados para su interpretación. Esta teoría, propuesta por Sperber y Wilson (1986), viene a contribuir significativamente en la comprensión de los procesos cognitivos para determinar lo implicado a partir de lo dicho y lo enunciado. La brecha entre los que se dice textualmente y lo que realmente se quiere comunicar se cubre con la aplicación de mecanismos inferenciales propuestos por estos autores. Las cuatro máximas de Grice se ven simplificadas de manera drástica a una que se le da el nombre de Relevancia, porque el acto de comunicarse se origina al entenderse que el hablante está facilitando información relevante o significativa y por esto se le presta la debida atención.
La comunicación consiste entonces en atraer o llamar la atención de las personas, de modo que a éstas les parezca que vale la pena procesar la información. Se supone que se tiende a rechazar aquello que no favorece a nuestro enriquecimiento cognitivo del contexto donde nos desenvolvemos. En otras palabras, la relevancia se da cuando logra un efecto en le otro con el menor esfuerzo y en el menor tiempo. En la escala de coste-beneficio, la rentabilidad o beneficio se produce cuando se obtienen los mayores beneficios con el menor coste de procesamiento posible.
Según Grice, las implicaturas se obtenían en relación con cuatro máximas. La de cualidad tiene que ver con decir la verdad y no hacer afirmaciones si carece de pruebas. La de cantidad que se refiere a hacer la contribución tan informativa como exigen los propósitos, es decir, ni más ni menos. La de relación implica decir proposiciones relevantes o pertinentes al acto comunicativo. Y la de modalidad que exige claridad, brevedad, orden metódico y evitar ambigüedades. Estas máximas se guían por un principio de cooperación. Si se viola alguna de ellas podría romperse el hilo de una conversación o generar malas interpretaciones, aunque el desprecio a una de estas máximas pero teniendo vivo el deseo de cooperar puede ocasionar implicaturas en la conversación. Por ejemplo, María le dice a Juan: -Vienes esta noche a estudiar con nosotros. Y Juan responde: -Tengo un examen mañana. Si analizamos esta interacción a partir de las máximas de Grice se podría decir que se está violando la máxima de cantidad y también la de pertinencia, sin embargo si aceptamos que Juan se mantiene dentro de los límites de la cooperación nos damos cuenta que decir que mañana tiene un examen es una negativa, ya que si mañana tiene un examen se deduce que debe estudiar y por eso no puede acudir a la cena.
Sin embargo, hay situaciones más complejas que se escapan de las máximas de Grice y cuyas implicaciones se construyen sobre lo dicho, pero relacionándolo con el contexto del habla y de los interlocutores. Y ahí es donde la Relevancia supera las máximas griceanas. Notemos un caso chistoso que sirva para ejemplificar la teoría relevantista. Un hombre se le acerca a una joven muy bella que está en el parque. Ella tiene cerca un perro grande. El joven le dice: -Su perro muerde. Ella responde: -No, mi perro no muerde. El joven se acerca entonces a acariciar al perro que está cerca de la joven y el perro lo muerde. Y el joven le reclama: -No y que su perro no mordía. La muchacha le responde: -Ése no es mi perro.
El problema que nos plantea el uso de las máximas de Grice es la violación de las máximas de modalidad y la de pertinencia. La joven en ningún momento aclaró que el perro que estaba cerca no era de ella, pero en ningún momento mintió. Ella sólo se limitó a responder lo que le estaban pidiendo según la máxima de cantidad. Ella certifica que su perro no muerde, mas no sabía en ningún momento que el hombre pensaba que el perro cercano a ella, era su perro. Estaban hablando de dos perros diferentes. Aunque en este caso sea un mecanismo propio de un chiste. En la vida real suelen suceder situaciones como éstas. Indiscutiblemente este caso sólo puede analizarse en términos relevantistas. Lo que se dijo no fue igual a lo que se quiso decir. El hombre no quería saber si el perro de la muchacha mordía, sino que si el perro que ella tenía cerca mordía. La Teoría de la Relevancia asegura que el acto de que alguien esté en un parque y tenga un perro cerca y diga “mi perro no muerde”, es un acto ostensivo-inferencial de que ése es su perro y que por lo tanto no muerde. Pero en el contexto del ejemplo se estaban hablando en códigos distintos.
Otro de los casos donde la Teoría de la Relevancia supera las máximas de Grice es en el lenguaje implícito, como cuando se recurre a metáforas o comparaciones. De acuerdo con las máximas de Grice, se estaría violando la máxima de cualidad que sostiene pues lo que se quiere decir se expresa a través de una mentira. Sin embargo, Sperber y Wilson sostienen que sólo se está haciendo un uso libre del lenguaje para expresar una proposición diferente a la dicha, más los significados añadidos.
Desde esta perspectiva, el modelo de relevancia se esquematiza de la siguiente manera:
1) La desambiguación: En esta fase se construye lo que se dice con lo expresado convencionalmente, a través de la decodificación de los elementos semánticos y sintácticos. Asimismo, en esta fase se decodifica el significado de las actitudes proposicionales y las fuerzas ilocutivas.
2) Asignación de referentes: Decodificación de los elementos contextuales y referentes lingüísticos.
3) Enriquecimiento: En esta fase se realizan las implicaturas y las inferencias a partir de las formas proposicionales obtenidas.
Las tres fases llevan a una comprensión plena y, por consiguiente, adecuada interpretación de los mensajes. Finalmente, se puede decir que a diferencia de las máximas de Grice, la Teoría de la Relevancia para la interpretación de los resultados atañe tanto al emisor como al destinatario de la comunicación, pues el principio de la relevancia es que la cantidad de supuestos que desean comunicar tendrán un efecto positivo en el entorno cognitivo con el menor esfuerzo de procesamiento. Esta es la base para descubrir el sentido total de cualquier acto de comunicación.

8. Explique pormenorizadamente las tareas que llevan a la construcción de las explicaturas del enunciado. Comente luego las implicaturas.
De acuerdo con la Teoría de la Relevancia comunicar no consiste simplemente en enviar paquetes de pensamientos que un destinatario desempaqueta; antes bien es un proceso donde se lee entre líneas partiendo de inferencias contextuales y referentes que permiten interpretar lo que dice y lo que se calla. Sin embargo, la Teoría de la Relevancia halla una solución al problema de las múltiples proposiciones e hipótesis por medio de las explicaturas, es decir del contenido explícito del enunciado. No se trata de la intención, sino de la base de partida para inferir la intención: La tarea del destinatario se centra en tres etapas: la desambiguación que se hace con la decodificación semántica y sintáctica de los elementos, así como las actitudes proposicionales y las fuerzas ilocucionarias. Esta decodificación lleva a crear supuestos hipotéticos que luego se convierten en un contenido proposicional, al cual se le asignan referentes. Dicha fase referencial permite que con el mensaje o la proposición se establezca una relación tripartita entre el sistema lingüístico, la subjetividad del emisor y los factores contextuales. Se decodifican los valores deícticos de los conceptos, significados, y los no conceptuales que tienen que ver con el referente real (ubicación espacial, temporal; pronombres; orden del discurso y relaciones sociales). Y, finalmente, se hace un enriquecimiento de los elementos que no es más que especificar las expresiones vagas, realizando inferencias e implicaturas. Ello conlleva aportar otros sentidos a la interpretación global.
Partiendo de tal premisa, en primer lugar tenemos ante nosotros una caricatura periodística en blanco y negro (aquí es válido resaltar que este género se trata de un dibujo satírico con el cual se busca censurar o poner en ridículo un asunto o una persona). Tiene varios elementos: a mano izquierda de frente a nosotros están dos sujetos, por la indumentaria y las herramientas que tienen en las manos parecen ser dos agricultores; de hecho el fondo es un campo arado con el sol ardiente en el tercio inferior derecho. La escena se trata de una conversación entre los dos productores agrícolas. El primero le dice al otro: -¡Importarán caraotas de China! A lo que el segundo le responde: -¡O sea que en materia de reactivación de la agricultura seguirán los cuentos chinos! La caricatura fue publicada el domingo 11 de marzo de 2007 en el diario Región del estado Sucre. Esta caricatura se publica 15 días después de que el gobierno nacional anunciara una serie de acciones que incluyen un Plan Estratégico Agrícola Nacional con el fin de reactivar la agricultura y estimular el potencial del campo venezolano, marginado por el auge petrolero.
Ahora bien, comencemos con el proceso de decodificación. Desambigüemos: El enunciado verbal, “importarán caraotas de China”, es un grupo nomimal formado por un verbo “importarán” que está acompañado por un sustantivo “caraotas”, modificado por un grupo preposicional “de China”. Según el diccionario de la Real Academia Española el verbo importar significa: 1) convenir o intercambiar, y 2) introducir en un país géneros, artículos o costumbres extranjeros. Como vemos tiene dos sentidos el verbo importar, entones podríamos plantearnos dos hipótesis:
1) Intercambiarán caraotas chinas.
2) Introducirán o traerán al país caraotas chinas.
Tratándose de caraotas, sin un contexto dado, la hipótesis relevante sería la segunda. Aunque no aparece el contexto de una manera explícita, por deducción sabemos que si es una caricatura venezolana se está refiriendo a Venezuela. El enunciado dice que importarán “caraotas” (un alimento) “de China” (país asiático), lo que hace pensar que se traerán a Venezuela caraotas de la nación asiática. Pero quiénes importarán caraotas. Decimos importarán porque el verbo aparece en plural, lo que lleva a pensar en sujeto tácito, que en este caso sería ellos. Según Scandell (1993), para entender un enunciado no es suficiente la desambiguación, se deben buscar los referentes. Ya partiendo de los datos de publicación de la caricatura sabemos los referentes especiales y también podemos deducir a partir de lo dicho por los interlocutores que se trata de los funcionarios del gobierno que son los únicos que importan. Quedaría entonces:
3) El gobierno traerá caraotas de China.
El siguiente enunciado que aparece es: “¡O sea que en materia de reactivación de la agricultura seguirán los cuentos chinos!”. Se trata de un grupo nominal que tiene una expresión conjuntiva “o sea”, la cual significa esto quiere decir; seguida de un adverbio “que” y una preposición “en”, que acompaña a un sustantivo “materia” (cualquier punto o negocio de que se trate); seguido de una frase preposicional “de reactivación de la agricultura”, marcada por un verbo “seguirán” (de continuar); y luego aparece la frase nominal de cuentos chinos que no son más que embustes, engaños o falacias.
Dado que el enunciado lo emite uno de los participantes en respuesta inmediata frente a una información que recibe, el sentido alcanzado con menor esfuerzo es:
4) Van a continuar los embustes en materia de reactivación de la agricultura.
Es relevante suponer entonces que de acuerdo con el contexto lo que se quiere decir es:
5) El gobierno seguirá con los embustes de querer apoyar a los productores nacionales.
Esta hipótesis se ve enriquecida por el hecho de que 15 días antes, justo el 26 de febrero los periódicos nacionales y regionales reseñaron que el gobierno nacional quería reactivar la agricultura en el país por ello había establecido subsidios directos. De hecho, se informó que 393 millardos de bolívares habían sido destinados a la agricultura como parte del plan estratégico de desarrollo sustentable hasta 2013. De esta manera, yendo por orden y uniendo las dos premisas implicadas que tenemos hasta el momento, la 3 y la 5, podemos suponer que el gobierno venezolano continúa manipulando a la población con las mentiras sobre el apoyo a la agricultura nacional, cuando en realidad sigue aumentando las importaciones para satisfacer las necesidades alimentarias del país, que hoy por hoy importa más del 70 por ciento de los alimentos.
Así, la explicatura quedaría, apoyándonos en el soporte lingüístico:
Nos están mintiendo (y nos van a seguir mintiendo) sobre la reactivación de la agricultura nacional.
Y la conclusión implicada sería:
El gobierno venezolano es cuentero.
Por último, nos encontramos con un elemento adicional “o sea” que podría ser indicador de una actitud conformista del pueblo venezolano ante las manipulaciones del actual gobierno. Esta inferencia podría lleva a suponer al lector que los cuentos del gobierno tienen influencia en las mentas de muchos venezolanos, ya sea porque le creen o en este caso porque saben que los están engañando, pero no hacen nada al respecto. De ahí, la censura que el caricaturista Gollez hace tanto de los atropellos y falsedades del gobierno, como de la pasividad de los venezolanos ante las políticas económicas ficticias del gobierno.

9. Imagine la siguiente escena:
El jefe enfadado le dice a la secretaria:
-¿Es que no oye el teléfono señorita? ¿Por qué no contesta?
- ¿Para qué si todas las llamadas son para usted?
¿Cómo explicaría en términos relevantistas los mecanismos que inducen el efecto humorístico de esta escena? Identifique con claridad los procesos y niveles interpretativos que intervienen en la construcción e interpretación. Comente sobre todo lo relativo a la interpretación del enunciado lingüístico.
El contexto es uno de los factores determinantes para comprender el modo cómo interactúan los hablantes. Algunos autores hablan de cuatro dimensiones contextuales: 1) Localización marco socio-espacial (Deícticos) . 2) Comportamiento no verbal (Soporte oral más gestos, movimientos, proxemia) 3) Lengua como contexto (Géneros discursivos, tipologías textuales, intertextualidad, variedad lingüística: dialecto y acento). Y 4) Contexto extrasituacional (presuposiciones, conocimientos previos, guiones)
Para la comprensión global de la escena que se nos presenta se requiere tomar en consideración estas dimensiones, contempladas también por la teoría relevantista. El enunciado de la secretaria es género chistoso en el cual se muestra una escena imaginaria de un jefe que demanda a la secretaria que responda el teléfono, pero ésta sale con una respuesta que en circunstancias reales sería ilógica. Como se trata de una conversación entre un jefe y su secretaria se nota la ironía de la situación cuando la secretaria arguye que para qué atiende ella el teléfono si todas las llamadas son para él (su jefe). En la interacción, la relación entre la ostensión por parte del emisor y la inferencia por parte del destinatario queda en evidencia cuando se nota que con una mínima acción le demuestra al jefe que ya está obstinada de que todas las llamadas sean para él y, por otro lado, el jefe puede inferir que ella ya no desee ese trabajo. Si quiere saber quién lo llama le va a tocar atender a él mismo o va a tener que buscarle un reemplazo a la secretaria actual.
De acuerdo con la Teoría Relevantista, en una escena real si el jefe le está preguntando a su secretaria: -¿Es que no oye el teléfono señorita?¿Por qué no contesta el teléfono?, significa que el jefe está molesto y más que pedirle una explicación le está exigiendo a su secretaria que atienda el teléfono, para eso se le paga. El jefe espera que la secretaria mínimo se disculpe o que atienda el teléfono.
Así, tendríamos varias hipótesis:
1. Quien ordena en un trabajo siempre es un superior.
2. Los jefes no atienden el teléfono, sino sus secretarias.
Si tomamos cualquiera de las dos hipótesis, la respuesta de la secretaria debería ser obedecer y obedecer con respeto –además atender el teléfono es su trabajo-. Pero como es una escena elaborada para hacer reír, se coloca una respuesta inesperada que es absurda y refleja una actitud “muy fresca” de una secretaria que no desea trabajar. Con estas presunciones, se podría afirmar que el enunciado pone de manifiesto la actitud cínica de la secretaria y el tono burlón de la escena. De esta manera, el acto de comunicación que se quería lograr con el chiste garantiza que la parodia sea suficientemente relevante, pues se produce un choque de los marcos que tenemos sobre la relación jefe-secretaria y nos sorprende la respuesta dándonos buenas razones para reír.

10. Considere el siguiente diálogo:
A: - ¿Unas cervecitas?
B: - Tengo que conducir
La réplica B implica una respuesta negativa. El hablante utiliza para ello una forma compleja e indirecta (y que por tanto, exige un esfuerzo de procesamiento mayor). Explique las razonas por las que el enunciado es perfectamente relevante.
La Teoría de la Relevancia se comprende plenamente cuando el destinatario construye lo que se dice rigiéndose con los procesos convencionales y luego lo que se quiso decir con base en las deducciones de los significados y la recuperación de los eslabones perdidos durante el uso de la forma indirecta. Si analizamos esta conversación que se nos plantea, nos encontramos con un enunciado que el emisor decidió que era el mensaje más ostensivo que pudo haber utilizado para comunicar una negativa a una invitación a beberse unas cervecitas. Suponiendo varios contextos, tendríamos que decir “Tengo que conducir” es la respuesta más efectiva para salir del paso. Decir “Tengo que conducir” es aprovechar los conocimientos compartidos para construir una forma proposicional que permita que mi destinatario me entienda y no se moleste. Tendríamos algunas hipótesis:
1) Borracho no manejo bien.
2) Uno no debe conducir ebrio.
3) La mayoría de los accidentes de tránsito se producen por la ingesta de bebidas alcohólicas y si yo tengo que manejar (significa obligatorio), entonces no debería beber, porque podría chocar.
Tal vez B tiene otras razones para no beber pero usa una justificación que es aceptable sin tener que dar muchas vueltas. Lo que sí es notorio es que de todo el conjunto de respuestas que el emisor pudo haber usado (no tomo, no quiero beber contigo, no quiero beber hoy, entre otras respuestas), “Tengo que conducir” le ahorró tiempo y esfuerzo. Si lo estudiamos paso por paso de acuerdo con el proceso de decodificación para construir una explicatura sería: No se debe ingerir alcohol si tienes que manejar. Posteriormente rescatas los significados implícitos:
-Tomar alcohol hace que el conductor pierda los reflejos al manejar y por eso hay más probabilidades de que choque.
-Me pueden poner una multa por estar conduciendo en estado de ebriedad
-Por unas cervecitas puedo terminar en un cementerio.
-No puedo ser irresponsable porque de mi estado de sobriedad depende no sólo mi vida, sino la de otros.
Y finalmente lo que puede inferir el destinatario, a través de la pragmática, es un rotundo “NO”. No acepto las cervecitas.
Siguiendo el rastro del enunciado de B, notamos que es relevante por cuanto:
a.- No se conforma con solamente darle una respuesta negativa que sería según las máximas de Grice todo lo informativa que se requiere, sino que va más allá: este enunciado es un acto ostensivo donde se evidencia la intención del emisor. Desde el punto de vista de la presunción de relevancia, lo que se implica de este enunciado es que yo no puedo tomar porque voy a manejar y eso sería una imprudencia. Lo implicado se construye sobre lo dicho por el emisor.
b.- Se puede inferir a partir de la relación de los interlocutores que se busca mantener el equilibrio social, por medio de la cortesía. Por lo general, negarse a una invitación cortés sería una descortesía, es por ello que en lugar de decir abiertamente “no”, dice “tengo que conducir”, como una forma de justificar el rechazo a la invitación. Si recordamos las Máximas de Cortesía de Brown y Levinson, se debe minimizar siempre el desprecio hacia el otro.
c.- Las implicaciones que se generan parten de un acuerdo de cooperación, pero que no se rige al pie de la letra, por lo que podemos observar una falta de relación entre lo que responde B y lo que A hubiese esperado que dijera. Sin embargo, las implicaturas se formulan desde una misma base del conocimiento: Cuando se conduce no se bebe. El contenido que se emite por medio del enunciado se logra con una sola intervención, o sea, con el menor esfuerzo, el destinatario entiende la negativa sin tener que entrar en detalles de por qué no quiere beber o pasar como un descortés.

REFERENCIAS
Bolívar, A. (1995). Una metodología para el análisis interaccional del texto. Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.

Escandell Vidal, M. V. (1993). Introducción a la Pragmática. España: Anthropos.

Escandell, M. (1998). Pragmática: Teoría de la relevancia. [Cuestionario en línea] Disponible en: http://espanol.geocities.com/nobukouishii/prinrele/resp-4ta.html. [Consulta: 2007, marzo 17]

Van Dijk, T. (1991). Estructura y Funciones del Discurso. México: Siglo Veintiuno S.A.

Flores, P. (2003). Estrategias Discursivas en el discurso humorístico de la Prensa Escrita Nacional. Trabajo de grado, Venezuela.

Van Dijk, T. (2000). El discurso como interacción social. Barcelona España: Gedisa.

Flores, P. (1994). Aspectos sintácticos- semánticas que determinan la estructura del discurso. Cortesía y Co referencia. Implicaciones en la comprensión del texto escrito. Trabajo de Ascenso, Universidad Nacional Experimental de Guayana, Venezuela.

Kaplan, N. Y Weber, F. (1996). “Las estrategias semánticas del discurso racista en las noticias de prensa”. En: Bolívar, A. (Comps.) Cuadernos de Postgrado: Estudios en el Análisis Crítico del Discurso, Universidad Central de Venezuela. Caracas, Venezuela.

Moeschler, J. (1999). “Pragmática, Lingüística y Cognición”. En: Diccionario enciclopédico de Pragmática, Madrid, Arrecife, versión española de Donaire, Mª Luisa & Tordesillas, Marta, pp. 640.

Sánchez, I. (S/F). “Sesenta años en menos de sesenta minutos: La significación de la Pragmática en el curso de los estudios del lenguaje”. (Artículo de revista)

Trujillo, F. (S/F). “La Teoría de la Relevancia como base para una nueva interpretación de la comunicación”. (Artículo de revista)


Observación: Esos artículos no poseían más datos referenciales.


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